Si ofreces tu tiempo y tu experiencia para una labor solidaria, si lo haces con libertad y de manera gratuita, si te juntas con otras personas para transformar la sociedad y construir un mundo mejor, tú eres una persona voluntaria.
No hay límites; sólo hace falta querer participar en cualquier área de la sociedad, desde la cultura a la lucha contra la exclusión pasando por el medio ambiente, los derechos humanos, la cooperación al desarrollo, el deporte, las discapacidades, la igualdad, la inmigración, la tercera edad...
Pasos a seguir: